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Quienes no somos

De las entrañas de la madre Censura ha nacido un ser.

Tiene 300 pezones, 12.000 dedos, y 5 anos.

De su cabeza ha nacido una nueva manera de comprender la literatura, de darle vida y de no saber encontrar el límite entre el bien y el mal; cosa muy caracteristica de los seres humanos.

Pero no os preocupéis, porque no está solo. Junto a él le acompañan las Letras Absurdas, unas fieles amigas que jamás les van a abandonar ni conoce el significado de la palabra NO.

 

Bienvenidos al primer día de la muerte de las reglas establecidas dentro del mundo de la escritura.

Bienvenidos, amigos, al mundo de las LETRAS ABSURDAS.

Torcuato Campmany
 
 
La vida de Torcuato Campany ha sido, hasta día de hoy, un cúmulo de desgracias.
 
Nació en el seno de una familia acomodada de Soria en la que tan sólo le dieron mucho amor, la mejor educación imaginable y todos los lujos posibles. Creció rodeado de los mejores amigos, la mejor literatura, los profesores más atentos y las  videoconsolas de moda. Ante las escasas perspectivas que le deparaba el futuro (o presidente de la Unión Europea o editor de la revista Playboy con tan sólo un sueldo de 100 mil millones de dólares al mes) decidió huir de su desgracia y recorrió todo el mundo, sobreviviendo como modelo de lujo, piloto de avión y catador de mojitos en la inhóspita zona del Caribe.
 
Su vida amorosa fue un desastre porque tuvo romances con top models vírgenes y ninfómanas, voluntarias de ONGS con alma cándida que se enamoraron perdidamente de él y azafatas sedientas de su esperma que nunca pudieron olvidarle.
 
Su juventud fue bastante aburrida, sólo cabe destacar que recorrió todos los rincones de la Tierra, descubrió la existencia de Dios (de hecho era él mismo pero no lo sabía), ganó la Champions League de fútbol él sólo, fue el primer español en pisar Marte y Júpiter y salvó a la raza humana de una invasión de alienígenas hostiles, pero aparte de eso nada de interés. Por esa razón, decidió arriesgarse de verdad y vivir aventuras, por lo que abrió una tienda de ultramarinos en PuertoUrraco.
 
Así, entre los descansos y las felaciones de su tía Paca, decidió iniciarse en el noble arte de escribir que combina en la actualidad con su auténtica pasión: el despellejamiento de ancianas psicópatas nazis.
Fco. Oms
 
Nacido en el seno de una familia desestructurada, que solo le dio de comer gambas al ajillo hasta que cumplio los 16 años, Fco. lleva escribiendo, y describiendo, todo lo que ve desde el mismo día en que robó su primer boligrafo Bic, que estaba incrustado en el pecho de un compañero de clase al que habían apuñalado en el recreo.
 
El bolígrafo y él se hicieron amigos, incluso amantes durante el tiempo en que estaba convencido de que podía hablar con el inanimado objeto, pero no fue hasta que cumplio los 22 años y empezó a salirle pelo en el pecho y los testículos que decidió que esa relación tenía que llegar a algo, o morir.
 
Y decidió llevarla a otro límite.
 
Sus historias son extrañas y oscuras, como su desconocido pasado que esconde de los paparazzi imaginarios que le persiguen por la calle, y tiene un odio acerrimo a todo tipo de censura, incluida la que no deja que le veamos los pezones a las tronista de Mujeres Hombres y Viceversa cuando entran las cámaras después de la cita sin cámaras.
 
Para él los límites no existen, como no existió el amor verdadero en su infancia, si exceptuamos aquella boda concertada que sus padres le obligaron a aceptar con una niña gitana recien nacida, la cual se llama Solsoles y que, por respeto a su todavía tierna edad, no daremos más detalles, sus textos están salpicados de un hedor tan seco a realidad
que, con suerte, conseguiréis leer algo suyo sin querer ir a tomaros unos quintos con él.
 
Y tranquilos, porque siempre paga la última ronda.
 
 
 
 

© 2015 Las entrañas de la censura están llenas de gritos silenciosos.

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